ENTRE IKEA, CORRAL RUBIO Y CAPRALA

Hace dos fines de semana estuvimos de ruta larga, tocaban cinto sesenta kilómetros saliendo en mi marcador ciento setenta. La reacción de nuestra pareja y algún que otro familiar al decir hasta donde habíamos ido era: Y por qué no me has traído nada? si me lo hubieses dicho te hubiera encargado el mueble que quiero comprarme!. Sí, llegamos hasta el IKEA de Murcia y vuelta para casa con una baja por el camino ya que al pinchar Adri y no poder solucionar el problema de su tubular tuvo que llamar para que lo recogieran cuando llevábamos unos ciento y poco kilómetros.








El sábado 13 de junio salimos acumulando otro montón de kilómetros en las piernas para completar un total de ciento ochenta kilómetros, saliendo en mi marcador más kilómetros de los que he hecho nunca 200 kilómetros justos en la puerta de mi casa, eso sí llegaba a mi casa a las 15:50 hrs.
Partíamos de los bomberos a las ocho de la mañana manteniendo una media por encima de treinta kilómetros por hora y dándole caña. La carretera era buena y se podía rodar deprisa y la ruta iba picando hacia arriba pero no mucho. El día salió con mucho calor (según las noticias la temperatura llegó a los 35ºC)y el viento aunque no demasiado fuerte nos fue dando algo de cara hasta Corral Rubio en la provincia de Castilla la Mancha. A la vuelta tras un rápido bocadillo en el pueblo de los padres de los hermanos Moreno, los cuales nos esperaban a la entrada del pueblo tal cual fuera una llegada de una carrera. Salimos con un poquito cuesta abajo y comenzamos a subir la media otra vez rodando en algunos tramos a más de cuarenta kilómetros por hora.






Tras el tremendo palizón de el día anterior el domingo 14 de junio quedamos a las ocho cuarenta y cinco el la puerta de Mendi para hacer una carrerita a pie de dos horas y quince minutos subiendo hacia la fuente de Caprala por el Arenal para luego bajar por el Molino la Reja y alargar un poco por Salinetas saliéndonos un total de venticuatro kilómetros por montaña. Se nota el cansancio del día anterior haciéndose duro pero se superó con creces a sólo cuatro semanas para llegar a nuestro destino... Zurich. Gracias a Juanfran y a Juanra que nos acompañaron durante todo el recorrido con bici de montaña y mochila tuvimos agua para ir hidratandonos porque hizo otro día de bastante calor.